jueves, 22 de julio de 2010

La trilogía del Sprawl II: Conde Cero

Conde Cero (Count Zero, 1986) es la segunda novela ciberpunk dentro de la trilogía Sprawl que escribió William Gibson.

Una de las portadas de la edición en español de "Conde Cero"


Count Zero, el juego de palabras.
En una cita en la página frontal de la novela, William Gibson explica: "Interrupción de cuenta a cero: al registrar una interrupción, disminuya el contador a cero." Esta es una referencia a las instrucciones en ensamblador para el procesador Z80. El código de la instrucción es CZI, el nemotécnico es "Count Zero Interrupt" y el significado es "en interrupción, decrementar el contador a cero". En inglés el juego de palabras resulta bien porque "count" significa contar pero también conde, pero en español se pierde (perdido en la traducción).

La (o las) tramas.
El ambiente general de la novela se situa siete años después de los acontecimientos en Neuromante; la tecnología está a punto de dar un gran salto adelante: según Neuromante, el acceso al ciberespacio se hace mediante interfaces neuronales que conectan al sistema nervioso humano directamente con la matriz: la red de coputadoras que conforman el ciberespacio. Sin embargo estas interfaces son electrónicas y se siguen requiriendo consolas para conectarse.
Los nuevos avances tecnológicos consisten en la bioelectrónica, biochips y bioimplantes; las dos corporaciones líderes son Maas Bioelectronics y la Hosaka Corp., ambas competidoras y dispuestas a usar la matriz y al ciberespacio como campo de batalla, espionaje e intrigas; la violencia queda reservada para el mundo real.

El ciberespacio ha crecido y se ha vuelto complejo, alberga más cosas y ambientes más realistas.Empiezan a aparecer seres o entidades ciberespaciales identificadas como deidades vudú. Parecen la avatares o imágenes de hackers -cibervaqueros- muy poderosos y llenos de recursos, pero tienen comportamientos algo extraños: son demasiado detallados, manejan muy bien los recursos del ciberespacio y nadie ha podido identificarlos en la vida real. En la novela, Gibson da algunas pistas que indican que estos dioses vudú son los remanentes del ente AI Wintermute/Neuromancer y que el ciberespacio ya es tan complejo que se puede considerar un ecosistema donde nacen y se desarrollan entidades que no son humanas (las AI).

En este ambiente se desarrollan tres tramas (como es ciberpunk, supongo que podríamos llamarlos hilos o threads); al final se descubre que las tres están íntimamente relacionadas, aunque al principio los misterios son tan raros y grotescos que parecen totalmente independientes.

La novela empieza con Turner (a lo largo del escrito nunca se menciona su nombre completo, solamente "Turner"), un mercenario a sueldo contratado por la compañía Hosaka. Turner sufre un bombazo durante una misión en Nueva Delhi, la compañía le paga todo el servicio de recuperación en Alemania (donde prácticamente le ponen un cuerpo nuevo) y en Puerto Vallarta, México (donde tiene una licencia para recuperarse sicológica y anímicamente) para después reintegrarse a una misión de "ayuda" al científico Christopher Mitchell para desertar de su puesto en Maas y entrar a Hosaka.
Nota: en este punto William Gibson da a entender que los principales investigadores y técnicos de las compañías son tan importantes para el funcionamiento corporativo que tiene que ser cuidados y vigilados incluso militarmente.

La operación de "extracción" del científico fracasa, pero Turner se da cuenta que fue traicionado por las fuerzas de Hosaka y el objetivo real es la hija de Mitchell: Angie Mitchell. Para tratar de averiguar los orígenes, los culpables y las razones de la traición, Turner decide proteger a Angie.
Las investigaciones de Chistopher Mitchell han logrado modificar el sistema nervioso de Angie de forma que ella puede accesar el ciberespacio sin necesidad de conectarse a una consola, lo más importante: Mitchell ha logrado desarrollar una forma de biosoft; implantó los planos y secretos de desarrollo en el cerebro de su hija, así que la chica vale billones; lo más grotesco es que ella no es consciente de lo que lleva en el cerebro y sus capacidades en el ciberespacio.

La segunda trama se basa en el personaje Mirly Krushkova, la propietaria de una galería de arte en París que es engañada por su amante Alain para vender una caja artística hecha con el estilo de Joseph Cornell (por cierto, este artista es real, 1903-1972) falsa. A raíz de este fraude pierde su galería y gana muy mala fama, hasta que es contratada por el multibillonario Josef Virek para encontrar y comprar la verdadera caja artística perdida, puesto que él las colecciona y ya tiene siete.

Le ofrece recursos y tiempo ilimitado para encontrarla. Sin embargo, con el pasar del tiempo nota que Paco, el "ayudante" y guardaespaldas de Virek y algunos agentes que también trabajan parea Virek la siguen donde vaya, dado que Joseph Virek ya es un anciano inválido mantenido apenas con vida en un tanque de aislamiento en Estocolmo, ella se da cuenta que la búsqueda que ella hace no tienen un objetivo artístico, el autor de las cajas artísticas es muy importante por alguna razón.

La tercera trama es la que tiene que ver con el ciberespacio y el mundo ciberpunk del sprawl: Bobby Newmark es un wannabe (aspirante o aprendiz) de cibervaquero bajo el nombre Conde Cero. Quiere dominar el oficio para salir de pobre y de Barrytown, en los suburbios de New Jersey. Se relaciona con el submundo criminal del sprawl, los Proyectos, los Lobes, los Gothicks, los Kasuals..., uno de los Proyectos, Dos-por-Dia, le dio una pieza de hardware robadado para que lo probara. Bobby, pensando que es un nuevo rompehielos, la prueba inmediatamente, pero el hardware actua tan rápido, de modo tan violento y misterioso que casi lo mata en unos segundos, en el último momento lo salva una chica de luz, un ángel del ciberespacio. Cuando intenta averiguar qué es exactamente el hardware y de dónde vino, se entera que el ángel del ciberespacio es considerada una diosa por muchos cibervaqueros, y él es considerado un elegido.
En este momento es cuando le hablan de dioses vudú, las entidades del ciberespacio, y de que consideran al ángel un vocero entre los dioses y los vaqueros ciberespaciales, el pedazo de hardwre que probó es un rompehielos, pero un rompehielops muy especial, posiblemente hecho por alguna AI. Como el Conde Cero no lo usó con mucha habilidad, el hielo negro que intentó romper lo detectó y contraatacó; su incursión al ciberespacio y su intento de romper el hielo negro ya ha llamado la atención de algunos cowboys de consola con bastante experiencia, de las entidades del ciberespacio y, por supuesto, del ángel, así que el Conde tiene que convertirse en cibercowboy de a deveras y averiguar más sobre todo en lo que se metió, algunas de esas cosas podrían tratar de matarlo otra vez.
Portada de la 1a edición en inglés (1984, en tapa dura)
Cuando los threads se encuentran.
En sus incursiones al ciberespacio, el Conde Cero aprende sobre las nuevas interfaces en biochip, los planes del biosoft y cómo todo está almacenado en el cerebro de Angie Mitchell, el "ángel" del ciberespacio, que hay compañías que están tratando de obtener esta tecnología usando todos los medios que tienen disponibles y lo que es más importante: la tecnología es un invento de las AI para lograr canales de comunicación más eficientes con los humanos. Christopher Mitchell fue sólo el mensajero y su hija Angie es el mensaje.
Hacia final del libro, Bobby (el Conde Cero, ahora sí merecedor de su nombre) conoce a su salvadora, al ángel del ciberespacio, Angie Mitchell. Ante la perspectiva de que tanto Maas como Hosaka la busquen viva o muerta tan sólo para que la competencia no la tenga, Turner mejor la deja ir con los Proyectos.
Marly Krushkova vive muchas intrigas y peligros mientras va descubriendo poco a poco las verdaderas intenciones del maniático Joseph Virek: él ya ha descubierto las posibilidades del biosoft y está convencido que las cajas son solamente una pista y si descubre al autor obtendrá el secreto para integrarse a la matriz y volverse inmortal y omnisciente.
En realidad el "autor" de las cajas fueron las AI y sí las utilizaron como una forma de llamar la atención y distraer y a la larga, anular al malicioso Virek que pasa de ser cazador a cazado cuando el Conde investiga más a profundidad las cosas del ciberespacio.
Joseph Virek muere como ser humano, en la tina de aislamiento sueca sin alcanzar sus metas de inmortalidad y poder mientras Bobby (Conde Cero) continua su carrera como vaquero de consola.

Muchas ciudades ya están tomando el aspecto del sprawl, nuestro futuro ciberpunk.

Las fases del artista (en el Conde Cero).
En el ramo artístico, sobre todo en el mundo literario, se habla de tres grandes fases literarias: la juventud, la madurez y la senectud. Estas etapas no tienen que ver con la edad, sino con la experiencia de escritor.

La juventud se caracteriza por plasmar en los textos ideas originales, una narrativa fresca, novedosa, tramas y nudos argumentales novedosos y sorprendentes, aunque en esta etapa el estlo literario no está desarrollado y en muchas partes se nota mucho la inflencia de otros estilos; a veces se escribe con más entusiasmo que oficio y hay puntos climáticos en el texto que no se resuelven satisfactoriamente (por lo menos desde un punto de vista literario).

La madurez ya muestra una gran habilidad y estilo literario, el manejo del ritmo y velocidad de la narrativa ya van de la mano con la acción o lo que se describe. Ya existe un gran trabajo literario en la descripción de personajes, ambientes y situaciones. Ya hay un estilo personal reconocible original y se manejan bien las situaciones de conflicto, climáticas, nudos argumentales, etc. Las ideas ya no son tan originales y alocadas, pero eso se compensa con una buena narrativa, el manejo de diferentes puntos de vista, diferentes perspectivas y el buen uso de recursos literarios (como el manejo de los tiempos: pasado-presente-futuro).

Y finalmente la senectud o decadencia: el autor ya se siente tan confiado en su narrativa y recursos literarios que minimiza la trama, lo peor es que muchas veces recicla sus propios conceptos e ideas escondiéndolos bien dentro de choros, diálogos y descripciones interminables en sus textos.

William Gibson muestra una gran madurez como escritor en Conde Cero: ya no trata de abarcar a todos los elemetos de su universo sprawl, su narrativa es más pareja, más fluida, aunque ya no utiliza elementos tan originales y sorpresivos como los que mostró en Neuromante, utiliza perfectamente todos los recursos de su universo sprawl. Aunque la trama no es tan sorprendente, aventurera y urgente como en la primera novela, ya los recursos que usa están bien manejados, no se le van de la mano ni se tropieza con sus propios pies. La descripción de los personajes (Bobby "Conde Cero" Newman, Angie Mitchell, Turner) es totalmente tridimensional, humana y comprensible. Maneja con maestría los tramas independientes que forman la novela y los entrelaza de forma lógica, sólida, natural (una de las cosas más difíciles en la novelística mundial).
Para muchos, "Conde Cero" es nuestra novela favorita de la trilogía del Sprawl, fluida, bien escrita y utilizando bien los recursos del universo sprawl establecidos en Neuromante.
Podíamos situar a Neuromante en un estilo juventud-madurez y Conde Cero ya como una novela madura; Neuromante destaca por su originalidad y novedad, pero el Conde Cero es una digna continuación que se sostiene individualmente.

Portada de "Conde Cero" en un manga versión doujinshi. Los doujinshi son mangas que usan lo personajes de algún otro manga/novela/cuento que son populares pero generalmente su argumento no está relacionado con la obra original.

Count inge & the zeroths malditos.
Meshiko-Tenochtitlan 22.07.10
----------- TRASMISIÓN INTERRUMPIDA ------------------

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