sábado, 26 de agosto de 2017

Teknochtitlán: 30 visiones de la ciencia ficción mexicana, antologado por Federico Schaffler.



Editado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, México, 2015.






Como cienciaficcioñero mexicano, me emocioné mucho cuando me enteré de la existencia de este libro, sobre todo teniendo en cuenta que la CF mexicana está en estado zombi, con un chispazos de creatividad por aquí y por allá; y me encontré con un escrito decepcionante, o mejor debría decir que algunos cuentos no fueron lo que esperaba, pero quizá tengan su público.
Esta colección consta de 30 cuentos cortos de ciencia ficción de autores mexicanos:



1. El largo sueño de las cifras de Ignacio Padilla.
¿Y si los niños salvajes del futuro no fueran aquellos abandonados en el bosque y criados por lobos, sino aquellos abandonados en ciudades abandonadas y criados por inteligencias artificiales?









2. Fóvea 0132 de Nelly Geraldine García-Rosas. Relato que describe muy líricamente la fascinación que siente un astrofísico por el agujero negro núcleo de una galaxia, al grado de organizar una expedición para estudiarlo de cerca y dejarse atrapar por su horizonte de eventos.



3. Los viejos tiempos de Carlos Rangel Santos. Pequeño cuento que retrata una viñeta de un mundo postapocalíptico, solamente que el cuento es tan breve que apenas deja adivinar el escenario y el ambiente; también apenas se adivina el argumento del relato: una mujer huyendo de una horda salvaje.




4. Bajo la apariencia crepuscular de Gerardo Porcayo. Viñeta literaria pirateada directamente de la película “Oblivion” con descripción del mundo postapocalíptico, scavengers (pepenadores), y hasta con presentación del personaje que encarnó Morgan Freeman incluso con puro y todo. Decepcionante, ni siquiera sus machincuepas y maromas ciberpunketas logran evitar la zozobra del relato.


5. La impronta de Pé de J. Pauner.  Mezcolanza de una especie de misticismo interdimensional, universos paralelos (esta vez fílmicos, así que en vez de multiverso tenemos un filmverso) y el uso descarado de las más importantes escenas de las películas más populares de la CF.


6. Viaje radiante de Fernando Glaviz. Relato que raya en la trama infantil donde unos extraterrestres contactan a una mujer -sin causa ni justificación alguna- a través de internet para avisarle de un peligro (al parecer imaginario, porque nunca pasa algo peligroso) y a petición de ella -otra vez sin justificación, solamente porque ella lo pide–, se la llevan a pasear por el espacio, en el proceso le enseñan que fundir su personalidad con ellos hace más seguro el paso. Cuando regresa a la Tierra, se supone que no es ella en cuanto a su personalidad, solamente su cuerpo –otra vez solamente porque ella lo dice.


7. RIP & las cucas de Héctor Chavarría. Escrito extraño, realmente ni es un cuento, o por lo menos no parece estructurado como tal, ni como relato, más bien parece una serie de chistoretes, troleos y crítica política disfrazada de CF, con una trama abstractamente unida para que parezca un solo escrito y no una acreción de impulsos literarios. Supongo que habrá personas a las que les guste este estilo atropellado y anárquico.

8. Blues for a red planet de Jorge Guerrero de la Torre. Relato donde se muestra una crónica de las andanzas de la sonda automática Spirit en Marte, enfocado a la foto donde aparece una roca con forma humanoide. Sumándose a la conspiranoia extraterrestre, propone que si los humanos nos hubiésemos fijado bien, veríamos el fósil de uno de los integrantes de una antigua y sabia civilización. Solamente le faltó mencionar que alcanzaron la iluminación universal para entrar al nirvana neoeriano.



9. Armagedón de sobremesa de Luis G. Abbadié. Un par de escritores, uno de ellos opuesto a la tecnología y su amiga que opina que la técnica ya es parte de la sociedad, se retan a escribir cuentos de CF desde su perspectiva.






10. Pedazos, fragmentos, esquirlas De Gabriel Trujillo Muñoz. El cuento inicia mientras los insurgentes de algún país sufren un bombardeo y un asedio que está a punto de exterminarlos. La hija de una de las rebeldes tiene poderes telekinéticos, así que lleva a su madre y a ella misma a un pradera paradisíaca y pacífica; sin embargo su madre la convence para que regresen y ella anule todas las armas de fuego, terminando así la guerra y el asedio.





11. Terraformación de Blanca Mart. Confuso (y medio ridículo) cuento que narra –en tono semifantástico– el inicio de la colonización espacial. Al principio les ofrecen este puesto a escritores de ciencia ficción (no se rían) que lo rechazan inmediatamente para terminar ofreciéndolo a alguien llamado “Jony” que quién sabe qué le pasa al final (¿mencioné que el relato es confuso?). La cosa es que al final del cuento resulta que todo es parte de la leyenda del inicio de la era de los navegantes del espacio.

12. 4080 de Ángel Zuare. Otro relato medio ridículo de alguien que ve varios relojes digitales que marcan la hora 40:80 y se imagina una especie de conspiración electrónica. Al final ve muchos detalles raros en todas partes: lo que para muchos son errores normales, muestras de ignorancia e inocencia social y muestras de ineficiencia y abulia de las autoridades, para él son muestras de una especie de bug en el sistema del universo.


13. Planetas de Ricardo Bernal. Breve relato increíblemente lírico donde se describe el primer descenso en Marte ya en vistas de su colonización y después el descenso en la Tierra de parte de los descendientes de esos colonizadores, ahora marcianos.




14. La oportunidad de Alejandro Rosete Sosa. Relato que al principio parece chistoso por lo cínico
y desfachatado, pero rápidamente se revela como una de las peores ucronías masturbatorias y cursis. Empieza a describir a los mexicanos como ordenados, puntuales, inteligentes, trabajadores; es decir, exactamente lo contrario de lo que somos realmente. Pero después se muestra todo el horror literario: durante la decena trágica (el golpe de estado donde Victoriano Huerta mandó asesinar a Francisco I. Madero y José Ma. Pino Suárez), en el escenario del asesinato de Madero, aparece un extraño (extraterrestre al parecer o alguien venido del futuro, o algo así, usa una especie de rayo de la muerte para matar a los asesinos) y evita el asesinato. A partir de ahí, México se va convirtiendo en un paraíso de orden y progreso y, extrañamente, EUA y Canadá se quedan pobres y sin esperanza. ¡Ahhhh!, la enseñanza pública y su adiestramiento para lamernos nuestras heridas históricas.
Creo que prefiero el Oblivion pirata de Porcayo.

15. La dama de la palabra de Nora Lizet Castillo. ?? No estoy muy seguro, porque toda la narración es atropellada y a borbotones, pero al parecer la protagonista del cuento es demasiado “sui-generis” (el cuento abre cuando ella le paga a una adivina 3,000.00 euros para que le lea las runas vikingas) debido a que su abuelo fue un científico loco que logró convertir a la gente en animales; convirtió a su hijo (el papá de la protagonista) en caballo, este escapó y tuvo que criar a su nieta. La comunidad científica tuvo que meter al “científico” en un manicomio “por compasión” porque en realidad merecía pena de muerte (?). No sé si todo sucede en un universo paralelo o algo así, porque el relato no tiene sentido.

16. La melancolía de Libor Krasny de Guillermo Samperio. Escrito extraño que, por su estructura
no podría considerarlo cuento. Quizá algún tipo de viñeta. Todo el relato está escrito en tercera persona y narra la tristeza o melancolía de un personaje llamado Libor Kranky –perdón, Krasny–. Muy líricamente compara su estado de ánimo con pasajes de distintos escritos como “La Metamorfosis” de Kafka o “El Extranjero” de Albert Camus, incluyendo algunos ensayos filosóficos de Heidegger e incluso un pasaje de la biblia. Supongo que lo consideraron relato de ciencia ficción porque el personaje está en una cabina haciendo cosas cienciaficcioñeras (aunque es confuso saber qué o para qué).

17. Cartas desde la Luna de Gabriel Benítez. Después de tanta confusión y paja, por fin un relato que acepta su locura con dignidad. Cuenta en primera persona los pensamientos y sentimientos de una niña que extraña a su padre muerto en un accidente en la Luna. Poco a poco y muy amablemente, nos vamos deslizando con ella hacia la obsesión y la locura: al principio ella recuerda que su padre le contaba el cuento “El Rey de la Luna”, y esa fantasía le servía de fachada ante su trabajo (ten, te lo manda el Rey de la Luna), hasta que para ella su padre, la esperanza de que regrese y la figura del Rey de la Luna se convierten en su realidad. Quizá el mejor cuento de toda la antología que creo merecería mejor suerte.



18. Calidoscopio de Silvia Moreno-García. Relato multivérsico que muestra la relación de un par de amigos en varios universos, a veces llenos de zombis, a veces ucrónicos, a veces en el pasado, a veces en el futuro.


19. La misión de Andrés Tonini. Cuento mucho más convencional, pero mucho más ochentero (década 1980), lleno de clichés basados en la idea del personaje “Jones” de Johnny Mnemonic y su entrenamiento como soldado de la marina (el personaje es un delfín y al final del cuento se descubre que todos los personajes son delfines, aunque en la narración parece referirse a humanos). Bien escrito y desarrollado, con muy buena disciplina literaria; 30 años más tarde de lo necesario, pero con buenas intenciones.


20. El capítulo 21 de Jorge Chípuli. Una extraña, muy extraña fantasía aprovechando el rumor del capítulo 21 de la novela La Naranja Mecánica (Notas: en mi post de la Naranja Mecánica expliqué las intenciones morales, intelectuales y literarias del capítulo 21 según el propio Anthony Burgess en 2012, pero creo que desde antes ya existía el rumor del capítulo 21 –difundido por el intelectual Nicolás Alvarado, entonces de “La dichosa palabra”, antes de pasarse al lado oscuro de Televisa) y aprovechando para describir la ultraviolencia que haría Alex si estuviera suelto.
Este cuento toca uno de los peores puntos que se pueden lograr en cualquier obra literaria (quizá peor que el temido Deux ex Machina): retomar las historias y/o personajes ya creados y popularizados por la novela/película y los utiliza para SU cuento. Esto se puede hacer para un cuento-homenaje, o un fan-fiction, una precuela o secuela (obviamente no muy recomendable), incluso para una parodia; pero utilizar elementos ya popularizados para una obra independiente de la trama original, bueno, da una muestra de una falta de creatividad verdaderamente lastimosa.

21. 20 de robots de Alberto Chimal. Relato estructurado en 20 partes (enumeradas de forma binaria, no consecutivas). Cada relato es muy corto, viaja entre la viñeta, la reflexión y sí, el cuento, pero todos ingeniosos. Unos tristes, otros desternillantes, otros reflexivos, un relato brillante con una aura leminiana.





22. Dos años de Pepe Rojo. Relato que no está estructurado como cuento. Son las perspectivas en primera persona de algunos de los 128 clones que se hicieron de una persona que, al parecer, se le hizo divertido clonarse todas esas veces para…, para…, supongo que para que se pudiera hacer este cuento.



23. La opción de Elsa Abbadié. Cuento muy raro, costumbrista y medio menso. Un anticuario vende mercancía terrestre en Marte. Después llega a su casa y saluda a su esposa e hijos. Y ya; lo único cienciaficcioñero es que al final dice cosas que implican que ya la Tierra está desolada y Marte es buen refugio. Bueno, si estuviéramos a mediados del siglo XX sería asombroso y lleno de imaginación.



24. El sitio de Joserra Ortiz. Relata las manipulaciones televisivas que se hacen en Haití para que todo mundo crea que son como un ave fénix que ha renacido de sus cenizas y así todo mundo vote para refrendar el estatus de Haití como estado asociado de EUA.







25. 22:22 de Isaí Moreno Roque. Narración también costumbrista con barniz cienciaficcioñero. Escrito en primera persona, relata que un meteorito va a chocar con la Tierra, entonces se enfoca en los cotidianos miedos y sucesos de su cuate Salvador. Por lo menos está bien escrito.




26. S.G. 7.0. de Samuel Carvajal Rangel. Un agradable, ameno y bastante gracioso relato –esta vez
totalmente cienciaficcioñero– donde unos niños de primaria hackean a los cocineros automatizados de su escuela para que la comida que preparen tenga aspecto de caca, aunque sigue siendo la pasta proteínica adicionada con vitaminas y minerales que recetan los nutriólogos oficiales. Narra muy bien la situación del mundo educativo del futuro. Lo que más me gustó es que se pasa por el arco del triunfo la imagen arquetípica del hacker ciberpunk. Son tan sólo unos niños puenteando una conexión de robots industriales.


27. Historia falsa de la conquista de la Nueva Aztlán de Jorge Cubría Montiel. Relato situado en un mundo ucrónico dominado por los aztecas. Está basado en que hay una fuerte discriminación y racismo pero al revés de como lo conocemos: en vez de discriminar a los morenos y a los de origen indígena, se discrimina a los paliduchos y de origen español; con un fuerte dejo de ucronía masturbatoria, con muchos conceptos de nuestra ignorancia común (azteca en vez de mexica, llamar dialecto a un lenguaje minoritario...).



28. El ataque silencioso de Ricardo Guzmán Wolffer. Un relato CF que no es CF. Es el diálogo entre dos agentes judiciales de la Ciudad de México (cuando su nombre era Distrito Federal) donde los enemigos e investigados son extraterrestres. Precisamente lo que decía John Campbell e Isaac Asimov que no se debe hacer.




29. Atlantis de Janitzio Villamar. Relato acerca de lo que se sabe de la mítica civilización de la Atlántida. En lo personal no me gustan los relatos de este tipo: acerca de la Atlántida, o de OVNIS (en el sentido de naves extraterrestres) o alienígenas de la antigüedad o cosas tipo new age, pero dentro del flexible universo de la ciencia ficción deben tener cabida (mientras se queden como CF, cuando tratan de comercializarlo como algo verdadero es malo, y creerlo es todavía peor).

30. Todo tiempo pasado fue mejor de Irving Roffe. La Ciudad de México (antes Distrito Federal) está sobrepoblada y llena de conflictos. El cuento narra como la ciudad llegó al grado de quedar inmovilizada e inhabitable, y los más viejos se la pasan en discusiones bizantinas tratando de dilucidar qué pasó y cómo se debió resolver.




Como toda antología, está bastante dispareja, aunque aquí solamente hay un par de cuentos brillantes, un par medianones, leíbles pero no destacables, como 20 malos y unos cinco o seis totalmente deplorables. Cuando lo pensé bien, es un panorama bastante exacto del estado de la CF mexicana.

Un aspecto que me llamó la atención es lo que se conoce como lirismo literario. El lirismo es lo que muchos llamamos "machincuepas y maromas literarias", más exactamente, hacer analogías y descripciones muy poéticas acerca de las descripciones y/o sentimientos y/o pensamientos. Esto no es necesariamente malo; de hecho es algo recomendble que usan muchos autores. Es el equivalente a usar condimientos con los alimentos: se ofrece un sabor más intenso y con matices más contrastados, pero, al igual que la condimentación, es muy fácil abusar de este recurso para ocultar una trama sosa o mal llevada y generalmente es lo que uno conoce como "paja literaria". Pero esto depende de cada punto de vista, por ejemplo, personalmente considero que el estilo de China Miéville (ya tiene muchas novelas, cuentos y hasta cómics en su haber, solamente diré que ya ha ganado casi todos los premios más importantes de la CF: Hugo, Locus, Locus Juvenil, Arthur C. Clarke..., así que es obvio que mi opinión no es mayoritaria) es demasiado lírico. Un caso bastante destacable es el de William Gibson: su estilo es muy lírico, pero sus tramas son lo bastante interesantes y retorcidas para justificarlo.


Teknificado inge y los tenoshkas malditos.
Meshiko-Tenochtitlan  26.08.17

viernes, 18 de agosto de 2017

Ghost in the Shell (animé dirigido por Mamoru Oshii, 1995).




Ghost in the Shell, portada del Blu-Ray (se reconoce porque contiene la rola "One minute warning", parte del CD "Original Sundtracks 1" de Passengers, un grupo temporal formado por U2, Brian Eno, Luciano Pavarotti, Howie B, Holli, et al.


EN UN FUTURO CERCANO, LOS CORPORATIVOS YA HAN LLEGADO A LAS ESTRELLAS
ELECTRONES Y LUCES VIAJARÁN POR EL UNIVERSO.
SIN EMBARGO, EL AVANCE DE LA COMPUTARIZACIÓN
AÚN NO HA ELIMINADO NACIONES Y GRUPOS ÉTNICOS.



1. La importancia de ser un fantasma.
No sé si sea la obra clave del ciberpunk, pero es una de las obras base del movimiento junto con Blade Runner y la trilogía del Sprawl. A tal grado, que cuando uno habla de GitS, generalmente se piensa en la trama y los personajes del animé de Oshii, los mangas, historias y personajes diseñados por Shirow quedan en segundo plano.

La trama de animé está basada en varios relatos del manga original, tal como lo mencioné en el post dedicado al Ghost in the Shell original. Al igual que Blade Runner, el animé está basado en las historias del manga original, pero es toda una obra independiente del original, con vida propia.

2. El argumento fantasmal.
Su argumento enlaza muy hábilmente las historias (incluso el prefacio y hasta Megatech Machine 2: construcción de un cyborg) en una sola trama, todo involucrado con el ataque cibernético del “Puppet Master”. Ya relaté las tramas de los relatos en mi post anterior de Ghost in the Shell, así que me voy a centrar en algunos detalles y curiosidades de GitS. En mi post original de GitS había escrito que en el animé no se mencionaba el lugar donde transcurría toda la acción, esto fue porque en un video de YouTube (7 things you(probably) didn’t know about Ghost in the Shell) establecía eso (y yo de menso le hice caso), pero en el animé, en las primeras escenas se establece que toda la acción ocurre en la misma ciudad ficticia que en el manga: New Port City. Muchos aspectos visuales se inspiraron en la ciudad de Hong Kong, al igual que el aspecto visual del LA de Blade Runner.

New Port City, Ghost in the Shell.
Hong Kong, vida real.























3. Fantasmeando personajes (sobre todo Motoko).
Las diversas encarnaciones de Kusanagi.La primera imagen (extrema izquierda superior) muestra cómo se ve en el manga original. La siguiente (centro superior) muestra a Kusanagi como se ve en el animé. Las otras tres ilustraciones muestran a Kusanagi en las diferentes versiones de GitS: SAC, SSS y Arise.
Otro punto muy importante es el diseño de los personajes, básicamente el de Motoko Kusanagi. En el manga original se puede ver su evolución mental, emocional y moral, y su aspecto es mucho más juvenil. En el animé, el diseño de personajes corrió a cargo de Okiura Hiroyuki, creó a una Kusanagi más madura, de aspecto más adulto, reflexiva y filosófica.
 Una de las características más raras, pero destacables, que eligió Oshii para el diseño del personaje de la mayor fue su género: aunque su cuerpo y su voz es de mujer, ella (o el ciborg) realmente es indeterminado. Otro punto a su favor es que pusieron una pista visual para indicar que Kusanagi es un ciborg, que tiene cuerpo artificial: ella nunca parpadea; de hecho tiene la mirada fija en todas sus escenas. Aunque esto hace que Motoko Kusanagi tenga un aspecto filosófico, atenta a los detalles, también hace que Kusanagi se vea medio inquietante, medio escalofriante.
Lograron que Kusanagi se viera como ciborg, sacrificando su "femineidad".
¡Ay ojón!, que ojotes. Kusanagi nunca parpadea; característica que también usó  Haley Joel Osment para su personaje "David" en "Artificial Intelligence".



4. Los detalles y obsesiones del fantasma.
Otros puntos a destacar en el animé y que ha hecho que Ghost in the Shell sea considerado uno de los mejores animés de todos los tiempos es la atención a los detalles: las maquinarias, procesos y las armas usadas (en este punto se puede ver la influencia estilística de Shirow, él también fue bastante obsesivo en su manga); el diseño mecánico estuvo a cargo de Kawamori Shoji, Takeuchi Atsushi y el diseño de las armas estuvo a cargo de Iso Mitsuo. El detalle y realismo que anhelaba Oshii en su animé fue tanto que hasta ensayó con armas de fuego en la lejana isla Guam para saber exactamente los efectos de los disparos (como se veían los impactos y la fuerza del retroceso). La obsesión de Oshii con los detalles llegó al grado de que los números que aparecen durante los créditos de entrada realmente son el equivalente decimal del código ASCII de cada letra del nombre que se va a desplegar.
Equivalente decimal de los nombres.
En la escena en el laboratorio donde capturan al “Puppet Master” y se dan cuenta que en realidad es el proyecto 2501, el código que aparece en pantalla es código real en lenguaje C (aunque quién sabe que haga, obviamente no está completo y supuestamente es el código en el que se basa la IA 2501).
Código C de la IA Proyecto 2501.
5. El corazoncito del fantasma.
En el contexto del manga, Shirow se enfocó a mostrar las aventuras de la sección 9 de la policía, mostrando en el camino el ambiente y la tecnología de implantes, cyborgs y eBrains del mundo de GitS; su obsesión era la vida artificial, así que se la pasa divagando y filosofando acerca de ella.
Pero en el contexto del animé, Oshii dio un saludable volantazo: Motoko se la pasa cuestionándose acerca de su propia existencia: si acaso ella pudiera considerarse un humano libre o tan sólo una cibermarioneta que solamente sigue una rutina ya programada. Ella nunca se considera el “superhombre” del que hablaba Nietzche, sino más bien otra forma de vida diferente a la humana y a la IAs; pero mejor oigamos (o leamos) sus propias palabras:

Así como son muchas las partes que definen a un ser humano como tal, se necesita un gran número de cosas para conformar a un individuo: un rostro para distinguirse de los demás, una voz de la que tú mismo no eres consciente, la mano que vez cada vez que despiertas, las memorias de la infancia, la conciencia del futuro. Pero eso no es todo: existe una vasta red de datos a la cual mi ciber-cerebro puede acceder. Todo eso es lo que me constituye, dando origen a una conciencia que puedo denominar “yo”.

Tal vez mi verdadero yo haya muerto hace mucho tiempo y ahora soy tan sólo un clon con cuerpo mecánico y cerebro electrónico. O puede que nunca haya existido un verdadero “yo” para empezar.

Solamente creo que existo basándome en lo que el entorno me dice.

Nos salió filósofa la mayor.
Encontré un par de videos de análisis del animé bastante interesantes y acertados (o eso digo yo).




En este contexto vale la pena mencionar otro punto relacionado: los temas originales compuestos por el japonés Kenji Kawai son increíblemente humanos: el tema principal (Canto III: Reencarnación) es una plegaria matrimonial tradicional cantada en un dialecto japonés (es decir, es japonés, pero tiene su propia pronunciación, entonación y hasta palabras y expresiones gramaticales. Es algo así como decir que en México hablamos el dialecto mexicano del español y en España hablan el dialecto español, son lo mismo, pero no son iguales) llamado yamato. Las otras dos canciones (La balada de los títeres: las flores se afligen y caen y La balada de los títeres: el fantasma espera en un mundo más allá) también están cantadas en yamato de forma tradicional, pero no son plegarias. A Kawai se le ocurrió utilizar instrumentos musicales tradicionales combinados con una orquesta de cuerdas occidental. A mí me parece una forma muy sutil de acentuar el hecho de que, sin importar los avances electrónicos, los humanos seguimos siendo humanos.
A ga maeba, kuwashime yoinikeri          Porque he bailado, la bella dama fue encantada
A ga maeba, terutsuki toyomunari         Porque he bailado, la brillante luna hizo eco
Yobai ni, kami amakudarite                   Proponiendo matrimonio, el dios ha descendido
Yo wa ake, nuedori naku                        La noche se aclara y el ave quimera cantará
A ga maeba, kuwashime yoinikeri         Porque he bailado, la bella dama fue encantada
A ga maeba, terutsuki toyomunari         Porque he bailado, la brillante luna hizo eco
Yobai ni, kami amakudarite                   Proponiendo matrimonio, el dios ha descendido
Yo wa ake, nuedori naku                       La noche se aclara y el ave quimera cantará
Toh kami, emi tame                               ¡Pueda el distante dios darnos su preciosa bendición!
Toh kami, emi tame                               ¡Pueda el distante dios darnos su preciosa bendición!
Toh kami, emi tame                               ¡Pueda el distante dios darnos su preciosa bendición!

El animé de Ghost in the Shell ya es inimaginable sin esta música a pesar de los buenos oficios de “Passengers” y su “One Minute Warning”.
Kenji Kawai, el responsable de cantarle al alma de los cyborgs.
El OST original salió solamente en Japón y no se comercializó en occidente. Por suerte un francés lo subió a YouTube:

Y también dejo el video de un concierto en vivo que ofreció Kawai con el OST del animé "Innocence".





6. Las reglas del ciberpunk.

GitS y muchas otras obras ciberpunk muestran estos puntos en común en sus relatos:
1. Personajes.
2. Historia.
3. Ambientación (ambientación y la ciudad).

Como ya lo he mencionado en posts anteriores, una novela se caracteriza por la fuerza de sus personajes, la historia se deja en segundo plano, pero cuando se escribe un cuento, la historia es lo principal y los personajes pasan a un segundo plano. Ya he mencionado el formato de viñeta literaria que es solamente un relato donde no hay historia y el personaje (si lo hay, casi siempre es uno, poner más personajes es forzar el relato de viñeta a cuento) solamente cumple la función de estar ahí.
Pero lo que siempre está ahí es la ciudad (o por lo menos la ambientación, recordemos que el final de la historia de Neuromante ocurre en la estación espacial Freeside en L5), ya sea LA de 2019 de Blade Runner, New Port City de 2029 de Ghost in the Shell, el Sprawl o el Budayén futuristas de Neuromante y Marîd Audran, respectivamente, siempre existe la ambientación ciberpunk, y laa ciudad siempre juega un papel en las historias.
New Port City, la ciudad de los cyborgs.
En el video de "GitS: Identity in Space" explica muy bien la importancia de la secuencia y los planos dedicados a la ciudad como una parte integral de la narración. El video está en inglés, pero tiene la opción de subtítulos en español.

Y este punto, junto a la sensibilidad japonesa son puntos muy importantes que se debieron tener en cuenta cuando se hizo el remake de acción en vivo. Pero eso es otra historia que comentaré en un post futuro.

Perdón, pero no me pude aguantar las ganas de postear esto, aunque no tenga mucho que ver:




GitSeado inge y los malditos del nuevo puerto.
Meshiko-Tenochtitlan   18.08.17

jueves, 3 de agosto de 2017

Mercaderes del Espacio de Frederik Pohl y Cyril Kornbluth.

The space merchants. Escrito originalmente en 1953, publicado en español hasta 1973, ediciones Minotauro, S.R.L., traducción de Luis Domenech.


En un mundo futuro, el poder mundial yace en los consorcios privados: lo que pueden anunciar y vender. Aunque hay leyes, en realidad no importan las mentiras o exageraciones en el mercadeo de “productos”. Incluso se recurre a incorporar pequeñas cantidades de droga en los comestibles para que el consumidor se vuelva dependiente y le sea “fiel” a una marca, publicidad subliminal y mercadeo directo a lo que se supone es su público objetivo, incluso utilizando publicidad con promesas falsas, pero espectacularmente hecha. Esta utopía tan pesadillesca se caracteriza por tener estrictamente estratificada a la sociedad en los ya míticos tres mundos: productores, ejecutivos y consumidores; es tan extrema la codicia del sistema capitalista, que se fomenta el consumismo a pesar de que la ecología planetaria ya está devastada, los derechos humanos y civiles no importan, hay una sobrepoblación alarmante, las mujeres son discriminadas a pesar de que pueden llegar a nivel ejecutivo; cualquier ser humano que no pertenezca a la línea de producción es considerado consumidor y es tratado según su poder de compra, sin importar su inteligencia, integridad, moralidad, etc.

En esta ambientación distópica, se relatan los detalles de un nuevo proyecto: la colonización de Venus, aunque para la compañía líder en este mundo (llamada Sociedad Fowler Shocken) es considerado como la venta de un planeta. Y el liderazgo de este proyecto es asignado al personaje principal de la novela: Mitchell Courtenay. Venus es verdaderamente horrible y su colonización presenta un verdadero reto: los colonizadores tienen que ser verdaderos aventureros capaz de soportar toda una vida de sacrificios cuya única recompensa va a ser la esperanza de haber allanado un poco el camino para el progreso de la humanidad. Pro los mercadólogos de la sociedad Shocken lo ven diferente: hace anuncios y difunden rumores acerca de la grandiosa aventura de la colonización de Venus, cómo los colonizadores van a ver coronados sus esfuerzos por la gloria, la fama y riquezas enormes; difunden mensajes con espectaculares efectos especiales, actores diciendo mentiras y exageraciones en un ambiente de paz y armonía.
El Venus según la mercadología: tierra de aventuras y oportunidades.

El Venus real: atmósfera irrespirable, rocoso y árido.
Seguimos a Courtenay mientras trata de implantar su “marketing” cuando trata de poner en forma al personal de sus oficinas en San Diego, tiene que viajar al polo norte para interrumpir las vacaciones del responsable local de esas oficinas, pero es emboscado en un glaciar, narcotizado y envuelto en una intriga donde es identificado como un trabajador de un plantío en Costa Rica.
A partir de este punto, el relato se enfoca en los esfuerzos, aventuras y frustraciones de Courtenay para presentarse ante los ejecutivos de su empresa, que lo reconozcan y lo reinstalen a su nivel ejecutivo.

Cuando al fin alcanza a rozar los niveles ejecutivos (a base de trampas, asesinatos y engaños), se entera que fue traicionado por su propia esposa, Kathy, con ayuda del responsable de las oficinas en San Diego; pero todo fue con el fin de que conociera de primera mano la vida de los consumidores y al regresar al nivel ejecutivo hiciera algo al respecto.
Pero usa lo que conoció para identificar y eliminar las amenazas de su compañía rival y, sobre todo, las infiltraciones de la Asociación Mundial Conservacionista (llamado consistas; hacen todo lo posible por alcanzar la justicia social, evitar el mercantilismo y evitar la destrucción total de la ecología del planeta), hasta que se da cuenta que los consistas están demasiado infiltrados y son demasiado poderosos y grandes, así que decide pactar con ellos: darles el dominio absoluto de Venus a cambio de que dejen la Tierra en manos de los mercantilistas.

Aunque el nivel narrativo de la novela es bastante cerebral, no cae en el subgénero hard, toda la ambientación inicial está descrita en una forma demasiado directa y plana (bastante efectiva, pero no muy agradable) y falla sobre todo al final, al tratar de convencernos de que “se arreglaron y fueron felices y comieron perdices”.

Quizá no es una novela muy recomendable, pero vale la pena tener en cuenta sus ideas.


Mercantilista inge y los consistas malditos.
3.8.17 Meshiko-Tenochtitlan.